Entre las costillas

Existe un rincón olvidado dentro de cada uno de nosotros. Ese, ese es el rincón donde residen oscuros pensamientos, sueños de gran magnitud y hasta incluso secretos inconfesados. Ese recobeco que ni desnudos mostramos. En una esquina, entre las costillas y el estómago. Adormilado y callado. Como el botón rojo de nuestro mecánico día a día.  Ese rincón que dejamos morir y pudrir con nosostros muchas veces. El freno a la libertad, a dormir a pata suelta. Sólo algunos se urgan y destripan. Confiesan descarados y vacían su rincón para desnudar sin complejos ese yo genérico y primario. Desvergüenza absoluta. Vida plena. Sin botones rojos, con los sueños entre las manos, los secretos en la esquina de los labios, la verdad en la frente, los pensamientos volando en la almohada...sin rincones ni vestiduras ni topes...